Semblanza – Homenaje a Luís Villanera
Hablar de Luis Alberto Villanera Olivo. Es entrelazar música y folklore y escribir sobre su existencia es desgranar humildad, sinceridad y amistad, para quienes le conocen, esa fácil concluir que es un ser humano especial. Hijo de Juan José Villanera y Ana María Olivo, pareja llena de humanidad, procrean cinco hijos: Luz María, Luis Alberto; Beatriz. Juan José y Adelso. Ellos en sus fantasías propias de la niñez crean una rueda de la suerte y cada uno de ellos traza diferentes rumbos.
Para Luis Alberto, caicareño de pura cepa, con sabor a coroba y olor a las cristalinas aguas del famoso castillo, a pesar de su corta edad, no le fue nada fácil convencer a sus padres y montarse en un bongo, trazando en el horizonte la imaginación logrando amadrinar en el corral de su memoria un tropel de querencias del ayer, hoy una ilusión lograda. Miro en la lejanía para alegrar el alma mustia y frágil por tantos recuerdos, perseguir quimeras que florecían en los marchitos caminos del otrora lejano. Siguió en las sendas del recuerdo como inquieto potro sabanero que al atravesar por llanuras y paisajes fijos la originalidad de ellos.
Cuando Luis Alberto se extasía ante ese mundo natural el canto de los pájaros en su hora vesperal, una garza blanca volando rauda y soñadora, el croar de las ranas en el lecho del rio dormido, un gavilán colorado absorto ante tanto silencio y un rosario de rojas corocoras rumbeando el horizonte.
Es esta la percepción del llano, que lleva adentro por su propia experiencia Luis Alberto Villanera O. Fueron varios atardeceres echando a volar sus suspiros con encargos de nostalgia, esas que arrullen recordar el atardecer de su Caicara querida; llena de soledad y quietud y siempre Luis Alberto lleno de fe en Dios y nuestra Señora de la Luz, como guías espirituales.
Llega a Ciudad Bolívar una vez culminada su primaria y ansioso se inscribe en la Escuela técnica Industrial (ETI) escogiendo la carrera de Técnico Electricista, la cual culmina con excelente calificaciones en el año 1961.
En ese mismo año comienza su ascenso laboral y personal, contrae nupcias con una joven guayanesa, Myrna Zulay Velásquez y parten a Valencia a continuar ambos sus estudios en la Universidad de Carabobo.
De la unión entre Luis Myrna procrean a Luis Alberto, Luis Alejandro, Luis Alfredo y Luis Aquiles, así se construye esta hermosa familia llena de valores como la mejor herencia, profesionales pero sobre todo buenos hijos.
Cuando regresa Luis Alberto comienza a explotar el mundo maravilloso de la radio, crea y conduce su extraordinaria programa de corte folklorista desde hace 27 años. Son definitivamente las ondas hertzianas que catapultan a Luis Alberto Villanera al mundo espectacular de la Radio con un programa los días sábados y domingos “Rancho Criollo” con su ranchero mayor Luis Villanera Olivo y su fanaticada de rancheros.
Dedicado por: América Velázques