Nuestra Señora de la Luz
El origen más remoto de la Virgen María, en advocación de Nuestra Señora de la Luz, lo encontramos en España hacia el siglo XVI, en los años de 1550; por ejemplo, existen varias ciudades donde ella es patrona, a saber:
Nuestra Señora de la Luz, es la Patrona de Tarifa (Cádiz), y también tiene una imagen en la Iglesia de San Esteban, en Sevilla.
Nuestra Señora de la Luz (1550) cofradía de Sevilla, en San Andrés. También es la Patrona de Liébana (Cantabria).
La ciudad de Tacoronte, situada al norte de la isla de Tenerife, se celebran del 5 al 9 de septiembre, las Fiestas en honor de Nuestra Señora de la Luz.
En Venezuela, sabemos que Nuestra Señora de la Luz existe en la Arquidiócesis de Caracas, en el Arciprestazgo de El Valle, desde el año 1966.
En cuanto a la historia de Nuestra Señora de la Luz en Caicara del Orinoco, todo comienza con una narración escrita que existe con fecha de 29 de septiembre de 1876, donde se afirma que después de la destrucción del 01 de octubre de 1860 realizada por Ambrosio Tapia, la población fue reducida a cenizas, inclusive la iglesia; “pasado algún tiempo volvieron algunos vecinos a fundar la población y dicen que una mujer se halló la imagen que hoy sirve de patrona en una quebrada llamada “La Francesa”. Este hallazgo tuvo lugar el 28 de mayo, día de Nuestra Señora de la Luz. Por su exposición a los rigores de la intemperie, había sufrido mucho y no revelaba fácilmente la imagen que representaba. En medio del júbilo y alborozo que produjo aquel importante hallazgo, todos opinaron que debía ser la patrona…”
De acuerdo con lo que hemos podido analizar hasta ahora, es absolutamente falsa la noticia aparecida en el Diario de circulación regional, donde, gracias a su imaginación, algunas personas afirmaron que “las fiestas patronales se arraigan poderosamente a partir de 1840, cuando se le cambia la denominación a la patrona y se convierte en Nuestra Señora de la Luz. A partir de allí se ha celebrado por más de cien años las fiestas patronales de Caicara del Orinoco.”
Esta información que acabamos de leer carece de fundamentación histórica, todo ello debido que en el año de 1863, en Caicara del Orinoco se contaba con dos celebraciones religiosas, una dedicada a San Antonio y otra a la Divina Pastora, el 7 de septiembre del año ya citado.
Pero hay aún más, en Caicara del Orinoco, para el año de 1876 se presentó el señor general Rafael Caraballo y regaló al templo parroquial una hermosa imagen de Nuestra Señora del Rosario, la cual el presbítero Manuel Antonio Garrido pretendía colocar como patrona, animado del deseo de generalizar la devoción del Santísimo Rosario de María y de atraer a su grey al redil de la penitencia y la oración.
No contentos con esto, los caicareños de la época redactan una carta de fecha 29 de septiembre de 1876, la cual hemos citado en innumerable ocasiones; allí los caicareños dirigiéndose muy respetuosamente al presbítero Manuel Antonio Garrido, le expresan entre otras cosas que: “Mas nosotros que tenemos una grandísima fe por nuestra antigua patrona, y un profundo respeto a las disposiciones de nuestro mayores, no deseamos que se efectúe ese cambio y tenemos la convicción de que no solo los firmantes aquí, sino todo el vecindario opina de la misma manera.”
El incidente tuvo una feliz solución que vino de manos del presbítero Manuel Antonio Garrido, quien el 10 de octubre le envía al prefecto la resolución de la reunión popular de ayer, es decir, del día 9 de octubre, en la que autoriza la colocación de Nuestra Señora del Rosario en el nicho principal de la Iglesia. Entre los que firman, algunos lo hacen con la aclaratoria: “sin que se entienda que queda como patrona”.
Las Fiesta patronales en honor de Nuestra Señora de la Luz se vienen celebrando todos los 28 de mayo, después de su aparición en Quebrada la Francesa a mediados del año 1870. La imagen que se conserva actualmente de Nuestra Señora de la Luz fue traída de Italia por el Padre Luís Marchetti, en el año de 1.949, igual que las imágenes de San Antonio y San José.
¡OH! Patrona de Caicara, Nuestra Señora de la Luz: tú nos trajiste a Cristo, luz que ilumina el camino que nos lleva a Dios. Tú velaste por la Iglesia naciente, para que recibiera la Luz del Espíritu Santo. Desde la orilla del Orinoco, en la tierra de la Coroba, tus hijos acuden a ti en demanda de Luz, para conocer a tu amado Jesús, para distinguir con mayor claridad la voluntad de Dios, para contemplar en nuestro hermano el rostro de Jesús, para encontrar el camino de la paz y de la prosperidad, que traiga felicidad a nuestro pueblo. Confiamos en tu poder de intercesión para conseguir de tu Hijo cuanto te pedimos. Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.


